domingo, 4 de enero de 2009

Little Joy - Next Time Around

Little Joy - Unattainable

Little joy, lo más playero








Historias de Santiago 3

Ya era como de costumbre bajar de Estación Escuela Militar, tomar la 406, la 406c o la 426, esperar a que se te revuelva todo cuando una se sube a una Transantiago y escuchar a cualquier artista callejero que subiera a hacer su show a la micro...
He escuchado a varios, algunos me han emocionado más que otros, ya que enserio saben hacer "hablar" a una guitarra. Pero, el otro día, uno monótono como todos, en las que mi mayor anhelo en la vida en ese momento era ¡dormir!, subió algo que más que llamarme la atención, me hizo mover la patita... cuando empezaban los primeros acordes de "en Mejillones yo tuve un amor" se dibujaba una sonrisa en mi risueño rostro... cuando después escuchaba de la voz de los cantantes, cuecas chilenas, me dije: "esto si que está gueno' ". Pensaba "cualquier extranjero que se suba a la micro, le quedará más que claro la música típica de este país, además de llamar la atención como se transforma el viaje rancio de siempre, en un recordatorio vigente y muy presente que somos chilenos, recordando que somos todos mestizos, mezcla de indígenas con españoles, que cuando los huasos trabajadores de campo, celebraban, lo hacian al más puro estilo cantadito y bién gritoneado como huaso bruto de campo, al son de la cueca... Nosotros somos chilenos solo cuando es necesario decirlo: como por ejemplo: una excusa para reventarse en fiestas patrias, o para sacar pasaporte... Lo ideal es tener claro de donde venimos... Anhelamos tradiciones orientales, culturas europeas, economías norteaméricanas, pero, ¿cuándo llegará el momento? que mis contempóraneos digan: yo me sacaré la mugre para que este pedazo de tierra que nos corresponde sea destacado por algo más que el cobre y por su sobresaliente economía de Latinoamérica... talvés por la solidaridad, pero no solo demostrarlo en la Teletón, sino que con gestos simples... grandes empresarios de multitiendas absorven hasta el más mínimo peso de compradores, bajandole costos a los precios por comprar con la tarjeta, siendo que ese costo que se pago "de menos" con la tarjeta, es el que después se paga igual, o mucho más, hasta duplicado en los intereses por tener la sucia tarjeta... en acciones como cooperar con los "saxofonistas" nunca bién escuchados en los calurosos subterráneos del metro... en el caso del hiperventilado Farkas: ¿no hubiera sido más solidario de su parte acoger las miles de peticiones de gente hambrienta, pero hambrienta de cambios, pero no de cambios mediocres de la concertación, o cambios faltantes de olor a pueblo de la alianza, sino que cambios con inteligencia, que de eso tiene mucho, para solucionar realmente problemas de salud y educación. No se saca nada seguir dejando con la boca abierta a la gente con sus grandes patrimonios de billones de trillones de dolares sino actúa. No se imagina cuanto se le ha agradecido con las donaciones que ha hecho, pero si quedará en sus hombros el cargo de presidente, me mordería la lengua y estaría claro que es un patriota.
¿Porqué llegué a Farkas?, iba contando mis historias de Santiago... en conclusión la banda se llamaba Guachupé, llegue a bajar música de ellos y son plato seguro en las semanas mechonas de las universidades, de pachanga. Sé que suena ironico, absurdo y arriesgado... pero he tenido la loca idea de pintar la cumbre del cerro Santa Lucia de verde con algunas amigas... cuando el otro día subi hasta la cima, estaba muy rallada con grafitis, pero no de los con contenido, sino que firmas de nombres de algunos ociosos que pierden su identidad a cada rato parece, que andan rallando su nombre por todos lados en las murallas... iria a pedir permiso a la municipalidad de Santiago para pintar algo que también me pertenece... ¡pero claro! y que quede claro... todo lo que destruyen y construyen aqui, es suyo.